viernes, 23 de enero de 2009

La Confederación Nacional del Trabajo (CNT), y el míting de Montjuich

Hemos decidido postear diferentes artículos sobre esta organización en vez de dedicarle un único post, con el fin de ir comprobando su evolución.

En 1977 la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) reapareció en España; el franquismo había destruido a la organización del interior por el tipo de estructura propia que la caracterizaba, ya que propiciaba la infiltración policial en su seno. A principios de los 70 su actividad en el interior era casi nula, pero con la llegada del gobierno de transición y la reaparición de los exilados en la política nacional, y especialmente en Barcelona, parecía imminente su reaparición.

No entraremos a analizar en nuestro blog qué es la CNT, ya que esta organización sufre un problema de enfrentamiento perpetuo en su seno, con fuerzas centrífugas que se discuten constantemente por la pureza de la organización, lo que ya ocurría en sus inicios, con conflictos constantes entre anarquistas puros que renegaban del sindicalismo, sindicalistas viabilistas y partidarios del sindicalismo revolucionario anarquista.

El primer míting de la renacida CNT tuvo lugar en Montjuich el 2 de julio de 1977. Las fiestas libertarias de un fin de semana durante el mismo mes, dado el éxito de participación, provocaron grandes expectativas entre los organizadores y sorpresa entre las autoridades. Por un lado, esta celebración representó la presentación pública de la organización y la vuelta de los antiguos cenetistas; por otro, para los militantes del exilio conllevó el encuentro con una realidad muy diferente de la que habían dejado: las anécdotas del choque cultural de ambas visiones son muy conocidas. Por otraparte, las autoridades comprobaron la fuerza y el tirón que las antiguas siglas seguían provocando en una parte muy importante de la sociedad catalana y tomaron buena nota de ello. Según los organizadores, acudieron 300.000 personas; según los medios de comunicación, más de 100.000. Poco después, en 1978, el caso Scala, que fue otro ejemplo de los manejos de Martín Villa, provocó el hundimiento de la renacida CNT.