Las elecciones de Junio de 1977 representan para la mayoría de los españoles el cambio a la democracia, aunque se trataba de un paso necesario del régimen franquista para mantener ciertas estructuras: en realidad, las elecciones de 1977 fueron dirigidas desde la cúpula del gobierno y del estado.
En julio de 1976 el Rey Juan Carlos I encargó la formación del segundo gobierno a Adolfo Suárez. Suárez era un perfecto desconocido para una mayoría del pueblo español pero consiguió aglutinar a un grupo de políticos del régimen y supo reunir, junto a falangistas "conversos" como él, a socialdemócratas, liberales, democristianos... En esa tarea contó con la ayuda de Torcuato Fernández Miranda y con la colaboración del teniente general Manuel Gutiérrez Mellado, encargado de tranquilizar a los militares, que en su mayor parte habían participado en la Guerra Civil.
En 15 de junio de 1977, por primera vez en España desde 1936, se celebraron elecciones generales "libres". Los partidos que continuaron siendo no legales fueron los que se reclamaban republicanos, los carlistas, los independentistas y los partidos a la izquierda del Partido Comunista de España, que en ese momento tenían una fuerza considerable. Algunos de ellos burlaron la prohibición presentándose como Agrupaciones de Electores, aunque su capacidad de convocatoria quedó muy mermada.
Estos carteles son el reflejo de la campaña institucional en pro de la participación en las elecciones de los ciudadanos.